UN POCO DE HISTORIA
·: IGLESIA SAN JOSÉ
"Ecclesia" es el nombre griego que los antiguos gentiles dieron a sus primeros encuentros, que quería decir "reunión del pueblo", cuando empezaban a diferenciarse de los judíos que se agrupaban en sus viejas sinagogas. Ecclesia en el sentido de unidad de gentes y en oposición a la distancia o dispersión humana.
Esta ecclesia o iglesia rodó 20 siglos por el mundo. Fue el predominio en el ámbito cristiano de toda organización social, principalmente en las ciudades.
En América latina, como herencia española, la iglesia nacía juntamente con los pueblos, formaba parte de su historia e inclusive fue testigo y archivo más constante y seguro de todo lo que le aconteciera a sus habitantes.
Nuestra iglesia nace con Paso de los Libres. A los seis meses de su fundación, en 1844, ya se logra su primera construcción: un rancho de adobe y paja. Pero el espíritu de sus habitantes era piadoso y bajo su advocación entroniza la imagen de su nuevo Santo Patrono San José, olvidando que el lugar había sido consagrado antes a San Jorge.
El decreto reglamentario de la ley de creación del pueblo del 15 de septiembre de 1843, y sus disposiciones posteriores, ya resuelven su ubicación y medidas, que son las actuales en donde se encuentra (Bartolomé Mitre 940, entre General Madariaga y Sarmiento).
Su primer párroco será Fray Juan de los Remedios Pereyra Barroso, quien también atendía la nueva iglesia de Uruguayana, Brasil.
El 25 de mayo de 1860, con grandes festejos, se coloca la piedra fundamental de la primera iglesia de material, la cual tuvo una sola nave y dos pequeñas torres. Esta iglesia quedará en pie por 60 años, luego es demolida en 1920 para construirse la actual.
El primer Libro de Bautismos que se conserva, data del año 1849 y está encabezado con estas palabras: "Viva la Confederación Argentina". Comienza el 25 de octubre de 1849 y el bautismo está firmado por el mismo Fray Juan de los Remedios Pereyra Barroso.
En este libro figuran muchos Madariagas de la familia del fundador, y una hermana del mártir Berón de Astrada.
En el año 1857, las partidas de bautismo llevan este encabezamiento: "En esta Iglesia Parroquial de la Restauración...".
El primer Libro de Matrimonios existente en el archivo es del año 1852 y está titulado así: "Restauración, 25 de diciembre de 1852".
El Libro de Defunciones comienza en 1853 y se titula "Libro de Obitos (muertes) de la Capilla de San José de la Restauración", y la primera anotada es "Antonia Rosa Figuerado, de 15 años, con entierro rezado, con vigilia, misa de cuerpo presente, responsorios y dobles".
La actual iglesia se construye despacio, en la medida de las posibilidades del pueblo, para terminarse en los alrededores del año 1925. Fue levantada por el esfuerzo del benemérito sacerdote español presbístero Francisco Noaín Ortigoza con la colaboración de la Comisión Pro Templo y vecinos creyentes de la ciudad.
El Padre Francisco fue el gran organizador que contribuyó a jerarquizar nuestra ciudad en sus 22 años de actuación. De su empeño nació la actual iglesia, y con la ayuda de la Sociedad de Beneficencia se construirá el nuevo Hospital San José frente a la Plaza España y el edificio para enfermos infecciosos al lado del Puente Seco, que ocupó la radio LT 12 en sus comienzos para sus estudios.
Los diversos vitraux que adornan los costados de las naves laterales y permiten el paso de la luz fueron costeados por benefactores de la iglesia y sus nombres forman parte de su historia.
Algunos de ellos son: Carlos J. Ruda Comas, Enrique Pellegrini y Haydée Sitja Nin, María Calderón de la Barca de Saráchaga, Ángel Rovira y señora, Juan Sitja Nin e hijos, Enriqueta Geuguet de Feu y Félix Feu, Salvador Di Tomaso y Sara Vesini, Pedro Rovira, Ramón Saráchaga, Alessio Chiappano y señora, Rómulo Acuña, Juan Raggio y Clara Gorostiaga, Rafaela Miño, Virginia Burgos de Feu y Guarnición Militar de Paso de los Libres.
Hasta hace pocos años se conservaba en nuestra iglesia una pequeña réplica de la Cruz de los Milagros hecha con partes de los travesaños de la verdadera Cruz. Esta reliquia hoy se encuentra perdida.
Es la vieja iglesia, conocida de todos, a la que hemos asistido a lo largo de nuestros días, desde el bautismo hasta este momento. Llena de recuerdos, de aconteceres alegres y tristes, es testigo desde su fundación de actos trascendentes ocurridos a las varias generaciones de libreños.
Reverenciamos a Dios en esta casa grande y sólida, estilo neoclásico, edificada por nuestros padres y abuelos, por donde han pasado muchas vidas buenas y valiosas que hoy están en el más completo olvido, que han entrado en la nada, que han vuelto a lo desconocido.
Reverenciamos a Dios en esta casa que es símbolo de ese más allá que ignoramos. En ella está la representación de la Eternidad, el origen del Cosmos, el nacimiento de Hombre, todas las esencias que mantienen la vida, todas las causas que hacen la Historia.
En esta casa reverenciamos a Dios en todas las formas, en lo orgánico y en lo inorgánico. A Dios y al Hombre. ¿Existe Dios? Desde luego, existe al igual que existe el Hombre. Uno y otro se complementan, se equilibran y se siguen, hasta que viva el Hombre.
Mientras hayan hombres en la Tierra habrá Dios. Amaremos a Dios en la esperanza y la fe que depositamos en el Hombre y en su porvenir.
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